A pesar de las diversas teorías sobre la educación, y discusiones y reflexiones que se han suscitado en torno a la misma, durante siglos, hay principios que permanecen de modo casi intacto en el tiempo. Ideas como una educación integral, con actividades centradas en el alumno y aplicables a la vida, el relacionamiento de los saberes adquiridos con aquellos previos, así como la realización de evaluaciones continuas diversificadas y no memorísticas, o promover una actitud participativa del alumno en clase, se encuentran hoy día en la corriente de la escuela nueva pero han estado presentes durante siglos, a través de Dewey, Vygotsky, Freinet, Montessori, entre otros.
Sin embargo, a pesar de cuánto se ha reflexionado sobre el tema, los altísimos porcentajes de deserción escolar parecieran indicar que la escuela no está alcanzando sus objetivos. Por supuesto que esta realidad es multicausal y no es nuestro propósito profundizar en las mismas. Lo que sí pretendemos es brindar herramientas para trabajar en el aula, de modo de contar con mayores recursos y por lo tanto más posibilidades de poder generar conocimiento allí dentro.
Nos referimos al uso de las tics, que por lo pronto son fuente de información, medios de recreación y de comunicación, en fin, que ocupan gran parte de la vida de los jóvenes y son en gran medida, herramientas con las que se están educando actualmente fuera del aula. Introducirlas tiene una doble significación, por un lado tomarse de una herramienta que ya ha sido elegida por los educandos y por otro lado les enseñamos a manejarlas.
Victoria
